miércoles, 28 de septiembre de 2016

Accidentes de tránsito. Sus causas

La mayor cantidad de accidentes se produce por errores de conducción, pero...¿cuáles son? Aquí, les presentamos las causas más frecuentes de accidentes de tránsito en la Argentina.

Tantas veces nos han dicho que la experiencia en la conducción se logra en decenas de años de manejo, que la infraestructura vial se encuentra colapsada de conductores inexpertos que no respetan señalizaciones, velocidades o hasta la mismísima autoridad. Y en el peor de los casos, se habla sobre las condiciones de los vehículos para deslindar responsabilidades en un siniestro. Pero, lo más interesante de todo es que en un accidente ¿¡la culpa siempre es del otro!? Como si existiese un destino marcado que no pudiera evitarse por uno u otro conductor. En definitiva, la culpa nunca es del que maneja... ¡Nada más lejos de la realidad! 
Tras once años de investigación en accidentes de tránsito, se puede afirmar que el principal responsable en la producción de siniestros es el ser humano. Y por eso, analizamos las actitudes erróneas más frecuentes en la conducción y que son, además, los disparadores 
de los mal llamados accidentes.



VELOCIDAD



El exceso de velocidad es la acción más repetida en los conductores y trae aparejada infinidad de inconvenientes en todo tipo de vehículos. Esta actitud se aprecia tanto en calles y avenidas de ciudades como también en rutas y autopistas. 
Según estudios realizados en la Dir. Gral. de Tráfico de España (DGT), país mucho más avanzado en investigación y educación vial, la velocidad es el principal factor que propicia accidentes, dado que aumenta el riesgo siete veces, independientemente de las características del conductor y de las condiciones ambientales. Sin embargo, la sociedad argentina todavía no vincula este factor como desencadenante de accidentes. 
Así lo revela la estadística del 2009, donde apenas un 23% de la gente lo reconoce como una falta grave. 
En la ruta, pudimos comprobarlo en una muestra tomada sobre 400 autos que transitaban por la Autovía 2: un 42% circulaba a exceso de velocidad. 
La velocidad de un vehículo se puede traducir en metros por segundo. Un auto que circula a la máxima velocidad permitida en una ruta, 110 km/h, recorre 30 metros en un segundo. Para detener este vehículo, desde que se presiona el pedal de freno, se necesitan aproximadamente 60 metros. 
Ahora bien, supongamos que aumentamos la velocidad a 130 km/h. A esta velocidad, se necesitan 83 metros para detener completamente el vehículo. 
Es decir, casi un 40% más por ir tan sólo a 20 km/h más rápido. 
Es un simple ejemplo, pero ilustra cómo se incrementa el riesgo innecesariamente por llegar a destino apenas unos minutos antes. 


EL CELULAR




De todas las pruebas realizadas, nunca se observaron personas que pudieran conducir bien y mantener una conversación apropiada al mismo tiempo. 
Hablar por celular cuando se maneja constituye el factor de mayor distracción al volante. Es la quinta infracción más penalizada en la Ciudad de Buenos Aires. 





El riesgo al hablar en el auto se potencia conforme a la duración de la comunicación. 
Supongamos que se mantiene una charla sólo por un minuto cuando se circula por una ruta a 110 km/h. A esa velocidad, significa que no se prestó la debida atención a la conducción en un recorrido de 1800 metros. En definitiva, el celular es un elemento distractivo del cual hay que abstraerse, al menos hasta llegar a algún lugar seguro para detener la marcha. 



ALCOHOL



En nuestro país, la Ley de Tránsito penaliza a los conductores que tienen un nivel de alcohol en sangre superior al 0,5 g/l, pero de acuerdo a estudios exclusivos e inéditos realizados, se necesita mucho menos que eso para volverse un conductor peligroso. 
En pruebas realizadas por especialistas en seguridad vial con diversos grupos de estudio, se pudo determinar que con apenas 0,15 gramos de alcohol por litro de sangre, el error en las maniobras se incrementa en casi un 40%, mientras que el tiempo de reacción asciende a 15% más que en estado de sobriedad. 
Curiosamente, en encuestas realizadas, el 46% de la gente que contestó aseguró haber conducido alcoholizado, de lo que puede inferirse la gran cantidad de accidentes viales en las ciudades. 
Si bien en muchos países rige este límite de alcoholemia para manejar, los más avanzados en este aspecto tienen tolerancia cero: con esta medida, sumado a fuertes controles, han logrado disminuir considerablemente la tasa de accidentes por esta causa. 



SOBREPASOS



El instante del sobrepaso debe ser muy bien analizado. Esta maniobra es una de las causas más comunes que existen en nuestro país. Y aquí ya se empieza a ver claramente el error humano en la conducción. Pero eso es sólo una parte del problema. La otra parte son las rutas colapsadas y el estado de los caminos.
En muchos casos, las obligaciones laborales o particulares llevan a que los conductores realicen maniobras inadecuadas para poder sobrepasar a otros vehículos con el objetivo de llegar antes a destino.

Según los datos estadísticos proveniente de las reconstrucciones de accidentes realizadas, el 68% de los siniestros se produce en sectores rectos de las rutas, lo que implica que la mayoría de los accidentes se ocasionan durante una maniobra de sobrepaso.



Les compartimos una nota periodística:
http://chequeado.com/ultimas-noticias/la-nacion-qen-la-argentina-muere-mas-gente-producto-de-un-accidente-de-transito-que-a-raiz-de-un-hecho-delictivoq/